Soy amable y respetuoso.
Ser amable es una de las más importantes cosas que podemos hacer para ayudar a mejorar el mundo.
Un rostro amable y feliz va irradiando Luz por la calle, mientras que un rostro enfadado e irascible, crea mal ambiente a su alrededor.
Los budistas dicen que hay que cultivar el hábito del contento, ellos siempre sonríen a pesar de las adversidades.
Una palabra amable puede alegrarle el día a alguien, generando así mucha Luz, pero una palabra cruel puede hacer sentirse fatal a alguien y hacer que genere mucha energía negativa.