No me irrito.
Los enfados y la irritación suelen tener origen en nuestras ganas de tenerlo todo y a todos bajo control.
Cuando algo escapa a nuestro control, nos enfadamos.
Y las ganas de tenerlo todo controlado, tienen su origen en el miedo.
Como tenemos miedo, necesitamos controlarlo todo.
Hay que aprender a relajarse y a confiar en los demás.