Se trata de la utilización de la realización o escucha musical para inducir un estado de relajación en el paciente y de ayudar a la expresión de ciertas emociones de una manera no verbal.
La música estimula la memoria y puede tener un efecto anti-dolor en los enfermos en fase terminal. El ritmo musical acelera la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales de nuestro cuerpo.
Actualmente, estudios e investigaciones se orientan para determinar si la música tiene un efecto sobre el sistema inmunitario.